lunes, 24 de septiembre de 2007

¿Capitalismo a la americana?

Los ciudadanos europeos tienen dudas sobre el futuro de nuestra economía en un mundo cada vez más globalizado pero tianen algo muy claro: no quieren el sistema americano. Otro dato curioso que se desprende de esta encuesta del FT es que los sindicatos cuentan con mucha más apreciación en paises como España que en Francia o Italia; quizás una recompensa a una actuación muy responsable de nuestros sindicatos en los últimos años.

jueves, 20 de septiembre de 2007

Licenciaturas devaluadas

Parece que hoy en España una licenciatura no vale mucho; lo dice la última entrega de Education at a Glance 2007.

La cosa no es nueva. En España el skill premium —prima por educación: la diferencia salarial media entre los asalariados con y sin estudios superiores— se contrajo un 40 por ciento entre 1997 y 2004, situándose en un nivel especialmente bajo, mientras que crecía en el resto del mundo desarrollado; los detalles, por ejemplo, en Saber es poder... ¿adquisitivo?, Informe Mensual, no. 301, La Caixa, de donde sale el siguiente histograma:


No es sólo que la prima por educación sea pequeña, es que además es cada vez menor:


Las conclusiones del informe de la OCDE las resume la prensa pero quedan algunos interrogantes abiertos, sobre todo en lo que se refiere a las causas. El lector interesado encontrará algunas respuestas en una original y breve pieza de investigación de Bruegel (Policy Brief 2007/4).

domingo, 16 de septiembre de 2007

La independencia del BCE

Nicolas Sarkozy es ubicuo, y no contento con atribuirse directamente las funciones de su ejecutivo —a pasado por encima de sus propios ministros más de una vez—, ahora pretende hacerse con la función de gobernador del Banco Central Europeo, según informa la prensa.

Los bancos centrales tienen un poder inmenso cuando hacen las cosas mal, y muy poco poder cuando las hacen bien. Nada pone más los pelos de punta que ver la política monetaria otra vez en manos de políticos con intereses de cortísimo plazo. Ya hemos hablado de esto en alguna otra entrada, y los ejemplos, desgraciadamente, no se limitán a Irán o Zimbabue; hay muchos.

Alan Blinder, en sus Lionel Robbins Lectures (1), explica muy bien los motivos que tenemos para conceder y proteger la independencia del banco central.

(1) Alan S. Blinder, Central Banking in Theory and Practice, MIT Press, 1998. Traducido como: El banco central: teoría y práctica, Antoni Bosch, 1999.

Actualización 24/09 - Trichet no ha tardado en discutir las pretensiones de Sarkozy.

viernes, 14 de septiembre de 2007

Pánico bancario

Para los que se pregunten qué es un pánico bancario.

jueves, 13 de septiembre de 2007

Derechos de autor

Parece obvio que los derechos de autor deben protegerse, y sin embargo el sistema actual permite llegar a extremos aberrantes.

Actualización 10/01/2008 - Otro ejemplo del absurdo al que estamos llegando.

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Escapar a Malthus

Hoy El Pais habla del libro de Gregory Clark (1) sobre la revolución industrial. Al margen de que uno esté o no de acuerdo con la tesis principal del libro, tiene una pinta interesante.

El artículo es una traducción de otro artículo publicado en el New York Times. El Financial Times también publicó una reseña hace unos días.

(1) Gregory Clark, A Farewell to Alms, Princeton University Press, 2007.

lunes, 10 de septiembre de 2007

La crisis veraniega del crédito

La familia A pide una hipoteca a la casa de préstamos B que a su vez vende esta deuda al fondo de inversión C que por su parte está participado por el banco D.

El resultado final es que es el banco quien ha realmente prestado dinero a la familia de modo que si ésta no paga, es el banco el que pierde. Si esto lo complicamos un poco más, con varias formas de transferir esa deuda a los bancos —a cada cual más sofisticada— nos encontramos con que los bancos acaban por no saber demasiado bien cuánto riesgo están asumiendo, y los demás sabemos aún menos qué bancos están expuestos a ese riesgo y hasta qué punto.

Si por cualquier motivo las familias dejan de pagar, nadie querrá prestar a unos bancos que no sabemos cuántos problemas tienen ni si nos devolverán el dinero.

A partir de principios de agosto ni siquiera los los bancos mismos se prestaban entre ellos; el mercado interbancario —de donde los bancos obtienen financiación a corto plazo para operar— amenazaba con colapsar. Es en ese momento que el ECB decide empezar a prestar dinero a los bancos con carácter extraordinario —las famosas “inyecciones de liquidez” no son más que eso: préstamos del banco central a los bancos comerciales. De momento parece que el ECB ha conseguido desactivar una crisis que podría haber sido de categoría.

Hay más detalles, pero ésa es, básicamente, la historia detrás de la crisis de crédito que empezó en agosto y que aún no sabemos cuándo terminará. Se trata, pues, de una crisis bancaria clásica que ha sido posible porque los bancos invertían en hipotecas basura de manera de manera indirecta lo que les permitía esquivar los controles de riesgo a que las autoridades monetarias someten normalmente a los bancos comerciales.

Por ahí se pueden encontrar algunas explicaciones como la de Wikipedia, que no está mal, aunque personalmente prefiero a Martin Wolf y su colección de preguntas y respuestas sobre la crisis.

viernes, 7 de septiembre de 2007

El arte de la política económica

Del dicho al hecho hay un trecho, y parece que en política económica es especialmente cierto. El centro de estudios Bruegel acaba de publicar un ensayo titulado 10 lecciones sobre la consolidación presupuestaria en el que esperaba encontrar reflexiones sobre el diseño y el impacto de una reducción del déficit público en la economía.

Sin embargo, Jens Henriksson —que cuenta su experiencia en la reducción del déficit en Suecia en los años de 1990— dedica la totalidad del ensayo a cómo administrar (al electorado) una medicina por definición desagradable (menos gastos y más impuestos).

miércoles, 5 de septiembre de 2007

Experimentos

Mahmud Ahmadineyad, el populista presidente iraní, acaba de decretar una bajada de los tipos de interés, desde el 17 hasta el 13 por ciento, para que el pueblo tenga acceso a créditos baratos; el tipo de interés oficioso, sin embargo, se estima que no baja del 20 por ciento.

Al 13 por ciento, sin embargo, habrá mucha más gente con ganas de pedir prestado que gente dispuesta a prestar. El poco crédito disponible se adjudicará en base a criterios espúreos, como tener un cuñado en el banco. Los menos conectados, que se quedarán fueran del sorteo, tendrán que acudir a préstamos informales pagando el 20 por ciento o más de interés.

Existe otra posibilidad, aún más terrorífica: que el gobierno decida dar a los bancos el dinero necesario para cubrir la demanda de crédito. Pero si lo hace imprimiendo billetes, una rebaja de 4 puntos del tipo de interés es equivalente a una expansión monetaria aberrante que, simplemente, disparará la inflación. Claro que el gobierno podría recaudar impuestos en lugar de imprimir billetes, pero es dudoso que un gobierno populista como éste se anime a subir los impuestos cuando ni siquiera ha sido capaz de reducir las subvenciones a la gasolina.

El de Irán no es un caso único, ni siquiera el peor: La gestión económica de Mugabe en Zimbabue está destruyendo el país; la última medida delirante de su gobierno consiste en controlar la inflación por decreto: prohibiendo las subidas de precios e incluso imponiendo por ley reducciones de hasta 50 por ciento a los minoristas. Al mismo tiempo, y en lugar de combatir la inflación conteniendo la cantidad de dinero en circulación, el gobierno paga sus deudas, básicamente, imprimiendo billetes.

Los efectos de esta política los puede predecir hasta un niño.

lunes, 3 de septiembre de 2007

Incentivos

La palabra “incentivo” es una de las que más irritan a los alérgicos a la economía, y sin embargo es una palabra clave.

Cuenta el New York Times en un artículo reciente que un estudiante de doctorado ha corroborado lo que todos sospechábamos: que cuando las cuentas no cuadran en el ayuntamiento, la policía local sale a poner multas a destajo. Otro detalle: A los forasteros les cae la multa con más frecuencia que a los locales.

¿Os suena de algo?



Nota: Leído en mi blog favorito.

Hipotecas y riesgo

Si sale cara, ganas; si sale cruz, pierdes. Siempre tienes la opción de no participar, pero lo que no vale es jugársela y después quejarte si pierdes.

Con las hipotecas es lo mismo. Los bancos y cajas de ahorro ofrecen dos opciones a sus clientes: o bien se devuelve el crédito pagando unas cuotas calculadas en base a un tipo de interés fijo o bien pagando un interés variable que depende de la evolución del precio del dinero, normalmente tomando el Euribor como referencia.

Con el interés fijo el banco gana cuando el Euribor es bajo y pierde cuando es alto. Como el banco asume ese riesgo, el tipo fijo es un poco más caro, en media, que el tipo variable: pagas al banco una prima de riesgo. Con el tipo variable te ahorras la prima de riesgo y ganas cuando el Euribor es bajo pero pierdes cuando es alto. Elegir una opción u otra depende del gusto por el riesgo de cada cual.

Estos días estamos leyendo en los periódicos titulares como Atrapados por el Euribor con historias de familias con problemas a causa de la subida de los tipos de interés. Pero no deja de sorprender la tendencia general a buscar culpables en bancos y cajas de ahorro, el gobierno o incluso el Banco Central Europeo.

El siguiente gráfico tiene la clave:


En los últimos años muchas familias contrataron hipotecas a tipo variable porque los intereses habían bajado hasta el 2 por ciento, un mínimo histórico. Sin embargo, y a juzgar por lo que leemos en la prensa, algunas hicieron gala de una miopía considerable: pidieron créditos a tipo variable cuyas cuotas, aún con los tipos tan bajos, resultaban una carga notable para sus economías; en cuanto los tipos recuperaron niveles históricamente normales, las cuotas se hicieron insoportables.

La culpa, si es que hay tal cosa, no es de otro que de quien pide un crédito sin molestarse en hacer dos cuentas, en informarse sobre qué está firmando exactamente, o en echar un vistazo al gráfico de más arriba.

domingo, 2 de septiembre de 2007

Remesas

Esta semana el Financial Times ha publicado una serie sobre las remesas, las partidas de dinero que los emigrantes envían de vuelta a casa. Los artículos son fascinantes e incluyen historias de sacrificio pero también de solidaridad, con la familia y con la comunidad.

Menos fascinante, empero, es el impacto que se espera de esas remesas en el largo plazo. Aunque las remesas ayudan a esas familias y comunidades en lo inmediato, no parece que contribuyan a cambiar sus perspectivas de desarrollo.

Una lección importante de la que deberían tomar nota los partidarios de la ayuda al desarrollo.